El agua que comenzó a caer ayer sólo permitirá maquillar una producción de castañas que se vio reducida en un 60 % respecto a la de un año normal, por ejemplo la del año pasado, cuando en Galicia se recogieron aproximadamente 15.000 toneladas. Esta cantidad corresponde a las provincias de Lugo, Pontevedra y Ourense, aunque más de la mitad procede de esta última provincia. El descenso de la producción supone un serio revés para los comercializadores, quienes hace apenas mes y medio manejaban unas previsiones totalmente opuestas y vaticinaban que la cosecha superaría en un 15 % a la de 2010, basándose en la enorme cantidad de erizos. Para que estas expectativas se hiciesen realidad sólo hacían falta unas precipitaciones que no llegaron cuando se necesitaban.