Medio Rural concede subvenciones a fincas de al menos 3,75 hectáreas. E Las parcelas se ceden durante 25 años y los propietarios tienen derecho a un tercio de la cosecha
Más de un centenar de personas acudió ayer a la charla en el auditorio sobre el plan piloto de la Diputación de Pontevedra para revalorizar la producción de castaña. El proyecto cuenta con la experiencia de la empresa Alibós, de Monterroso, una de las principales exportadoras de este alimento y que, para cubrir su mercado, tiene que comprar castaña en Extremadura o en Portugal para suplir la falta de castaña en Galicia. El gerente de Alibós y presidente de la Indicación Xeográfica Protegida Castaña de Galicia, Jesús Quintá, explicó que el clima y la altura de la comarca dezana (superior a los 500 metros, por lo que los castaños no padecerían la plaga de la tinta) es idónea para este cultivo.Alibós exporta el 98% de su producción a varios países europeos y a Japón, por lo que cree necesario “que la castaña vuelva a ser necesaria en la alimentación, como fue en los años 40”, y como es ahora en muchos países, en los que funciona como una alternativa al abandono de tierras. En Nápoles, por ejemplo, existen plantaciones de hasta 10.000 hectáreas y cuyos trabajos dan de comer a miles de familias. El técnico de Alibós, Pablo Fraga, explicó que en Galicia se recogen al año 11.000 toneladas, en torno a la mitad del total español.
La IXP abarca toda la provincia de Ourense, casi toda la de Lugo (salvo la comarca de A Mariña), y el interior de A Coruña y Pontevedra.Alibós se creó en 1968 para vender setas, pero con los años lidera la exportación de castañas.De hecho, este años transformó más de tres millones de kilos.Para aumentar su producción, echará mano de 8 variedades de castaña (existen más de 80) en plantaciones de 10x10, 12x12 o incluso 14x14, para que cada árbol pueda desarrollar su copa de la forma más adecuada, así como la luz y la ventilación precisas. Al estar alineadas,además, serán más fáciles las labores de desbroce y de recogida de castañas, con máquinas (en Francia se usan redes). Los representantes de Alibós especificaron que las fincas serán cedidas a su empresa por un período de 25 años, tras los cuales vuelven a su dueño (y en pleno apogeo del souto).
Durante ese tiempo, la empresa se encarga de atender las parcelas y se quedará con el 70% de su producción, mientras que el dueño o dueños (puesto que pueden unirse varias fincas) pueden quedarse con el 30%. Por su parte, el secretario general de Medio Rural e Montes, Tomás Fernández Couto, explicó que la Xunta ultima ayudas a estas producciones, que deben tener un mínimo de 3,75 hectáreas de extensión. Los costes de la plantación rondan los 3.000 euros por hectárea, de modo que las ayudas cubrirían en torno a la mitad de esta cuantía. El alcalde de Lalín, José Crespo, recordó a los presentes que según los últimos estudios una hectárea de castañas puede producir lo mismo que una hectárea de vino, y que la cabecera dezana cuenta ya con una asociación de 10 personas que producen este alimento bajo parámetros ecológicos.
Fuente: FARO DEVIGO